El diseño nordico sigue siendo uno de los favoritos a la hora de decorar las viviendas. Sin embargo, no todo vale: hay que considerar una serie de claves para respetar este estilo, el cual puede aportar a nuestro espacio una estética envidiable y valorada por todos aquellos que visiten el hogar.
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Las claves para una decoración con un diseño escandinavo
Tras unos años en los que el diseño escandinavo ha acaparado portadas de revistas de decoración y, por supuesto, ha influido en la estética de los interiores, podemos asegurar que el nórdico es un estilo que ha llegado al país para quedarse. Y es que la forma de vivir nórdica, que está inspirada en la naturaleza y en diseños tradicionales, se refleja en el uso de elementos clásicos y materiales nobles, algo que gusta en el resto del continente europeo y en países de América donde está encantando el estilo.
Este estilo surgió a inicios del siglo XX en una de las zonas del mundo con menor luz solar e inviernos largos y duros. Por ello, los hogares nórdicos deben ser acogedores, luminosos y cálidos. Puedes lograrlo a través de los colores, textiles o muebles.
La madera es el material para el mobiliario que más destaca en el diseño nórdico
Si por algo destaca el nórdico es por los muebles de madera, ya que es un material que aporta mucha calidez. Para los complementos, es ideal que empleemos un mobiliario que defina nuestra personalidad y, además, cumpla el requisito de hacer la estancia lo más natural posible.Además, recuerda no recargar mucho los espacios: crea zonas diáfanas con líneas curvas y rectas. La multifuncionalidad es una característica altamente valorada en este estilo.
Los materiales y colores que deberías usar en el diseño escandinavo
Existen materiales predilectos dentro del estilo como, por ejemplo, el lino, la madera de roble, la lana o el algodón. Considera también la importancia de los tejidos afelpados, las cerámicas, las superficies imperfectas y mates, el cemento o la piedra. Además, si algo sorprende es la combinación de las plantas en el ambiente. Los vegetales aportan un aire de frescura.
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En cuanto a los colores, siguen el estilo de los paisajes de los países nórdicos. Muchas viviendas pequeñas apuestan por el blanco, el gris o el azul claro. El objetivo con estos tonos claros es que los hogares combinen con el resto de los elementos. También puedes usar los colores más fuertes para dotar a tu hogar de contraste e intensidad, ya que son ideales para eso.
El diseño nórdico es cada vez más usado por los decoradores y constructoras. La mayoría de las personas que apuestan por este estilo desean crear hogares lo más naturales posible, con materiales de calidad y con la multifuncionalidad como el aspecto más importante.
