Reforma integral de un piso de 20 m2 proyectado por la arquitecta Lola Domènech. Destacamos el ingenio de esta reforma de pequeñas dimensiones, el acierto en la elección de materiales sobrios e ingeniosos para potenciar su luminosidad y sensación de amplitud. Un espacio funcional y transformable donde destacan las puertas correderas a la vez que desplegables de separación entre la zona de estar y dormir y las zonas húmedas, tales como cocina y baño.
Se trata de la transformación de un antiguo depósito de aguas situado en la cubierta de un edificio de viviendas que se transforma en un pequeño apartamento donde todo el programa funcional queda integrado y replegado en el perímetro del espacio. Los elementos de mobiliario que se pliegan, abren y cierran para acoger las necesidades del usuario, una cama que se pliega, una mesa que se abre y se cierra, una cocina escondida detrás de un panelado móvil y plegable y un baño que se esconde y se integra detrás de un cierre de madera. El presupuesto para la reforma integral de partida es mínimo y por lo tanto se requiere una intervención con materiales muy básicos y sin demasiadas pretensiones.
Es por ello que el proyecto de reforma interior se resuelve con materiales de toda la vida: la rasilla cerámica roja y la madera de pino. El mismo pavimento de rasilla cerámica interior se extiende en el exterior garantizando así una continuidad de materiales entre el interior y el exterior.