Actualizado el martes, 31 mayo, 2022
Cuando pensamos en reformas de viviendas, la finalidad es obvia: potenciar el aspecto de nuestro hogar, mejorar nuestro confort y bienestar, crear espacios adaptados a todos los ocupantes de la casa… pero a veces (aunque cada vez menos) llegamos a un beneficio igualmente importante: es posible aumentar nuestro bienestar en el hogar gastando menos y siendo más complacientes con el ecosistema.
Alcanzar estándares de eficiencia energética, sustentabilidad y la lucha contra el cambio climático y los gases de efecto invernadero comienza en nuestros propios hogares.
Puedes empezar por considerar estos aspectos en tu proyecto de reforma:
Mejoras para el hogar: ¿Qué debemos considerar?
Si de verdad queremos que nuestra casa sea un modelo de eficiencia energética, podemos y debemos tener en cuenta lo siguiente para conseguirlo:
- Imprescindible: aislamiento. El sistema climático que elijamos es esencial, pero si la casa no está bien aislada, incluso el sistema más eficiente se desperdiciará. Tenemos que tenerlo en cuenta en ventanas, paredes, muros o suelos.
- Minimizar los puentes térmicos. Los puentes térmicos en los edificios son zonas donde se producen pérdidas de calor importantes, afectando a las demandas energéticas de los espacios interiores. La climatización y el aislamiento adecuado tampoco ayudarán si dejamos lugares donde podamos disipar el calor dentro de la casa.
- Las ventanas y su importancia. En consonancia con los dos puntos anteriores, el doble o incluso triple acristalamiento es la mejor forma de conseguir un buen aislamiento y alcanzar la temperatura ideal sin derrochar, por lo que te recomendamos tenerlo en cuenta a la hora de plantearse la sustitución de ventanas. Tu inversión inicial se traducirá en hasta un 50% de ahorro en tus facturas y ganarás en felicidad.
- Materiales de construcción. La elección de los materiales no es (o no debería ser) arbitraria ni guiada únicamente por la estética. Algunos materiales son inherentemente más sostenibles y, dadas sus propiedades, te permiten consumir menos. Por eso es importante seguir siempre los consejos de los expertos en materiales de construcción. Un ejemplo: A la hora de instalar suelo radiante, hay que combinarlo con un suelo que transmita calor (como la cerámica), ya que es un buen conductor del calor, comprobarás que tus facturas se reducirán considerablemente. En este caso, se prefieren los materiales conductores a los aislantes.
¿Qué puedes hacer para economizar energéticamente en tu vida diaria?
Claramente, el ahorro de energía se ve afectado en gran medida por los puntos anteriores, pero si derrochamos energía haciendo un mal uso de los diferentes sistemas en nuestra vida diaria, de nada servirá hacer reformas sostenibles.
Por lo tanto, debemos prestar atención a nuestros hábitos para tener un impacto significativo en el ahorro de energía:
- Emplea electrodomésticos más eficientes. En marzo entró en vigor la nueva etiqueta energética de los electrodomésticos, la clase A es la más eficiente y la clase G es la que menos contribuye al ahorro energético.
- Optimiza el uso correcto de la calefacción: la temperatura de la habitación debe mantenerse entre 19º y 21ºC (lo ideal es entre 15º y 17ºC para dormir). Es crucial recordar que por cada grado que subimos, usamos un 8% más de energía. Para conseguir un mayor ahorro que no entre en conflicto con el confort térmico, lo más práctico es programar la calefacción para que se encienda cuando la temperatura ambiente baje de 14 o 15 grados y así no cueste demasiado conseguir la temperatura deseada. Por la noche, si tenemos un buen aislamiento, como ventanas y/o paredes, podemos apagar la calefacción porque es más fácil mantener la temperatura alcanzada durante el día.
- El reflector detrás del radiador, un truco sencillo, facilita la distribución del calor por toda la estancia mediante el efecto rebote. Según la OCU, puedes ahorrar entre un 10% y un 20% con este sistema.
- También aprovecha todas las características de las cortinas (sobre todo si tienen un alto grado de opacidad) y estores: además de regular el paso de la luz, también actúan como aislante térmico. Eso sí, recuerda que cuanto más nos acerquemos al problema, más eficaz será la solución, por lo que si queremos aislarnos del frío exterior, unas persianas serán más eficaces que las cortinas.
- Si sus ventanas actualmente no están bien aisladas, asegúrese de cubrir todas las posibles grietas, por ejemplo, con burletes: esta es una solución económica y fácil de instalar hasta que pueda reemplazarlas con una solución más eficiente.
- La ventilación es importante, pero para que no se escape el calor del invierno o el frío del verano, basta con 10 o 15 minutos de ventilación. Además, en los meses calurosos, se hace mejor por la mañana para aprovechar las temperaturas más frescas, y en los meses de invierno son mejores para optar por un momento más central del día.
Una vez que comprendes todos los puntos anteriores, elegir una tarifa de energía que se adapte a tus necesidades de consumo es ideal para lograr los ahorros esperados.
Los servicios de mantenimiento son un monto agregado para proteger el hogar, pero tienen un costo adicional por mes. Debe considerar el precio, lo que cubren y si es obligatorio emparejarlos con la tarifa eléctrica.
Algunas tarifas eléctricas ofrecen descuentos de lanzamiento muy atrayentes. Hay que tener cuidado con ellos y saber la duración así como el importe final antes y después del descuento o promoción.
Debes tener en cuenta que algunas tarifas eléctricas y servicios de mantenimiento son permanentes. Es importante conocer la duración y la penalización contractual en caso de resolución prematura del contrato. |
Para contratar la compañía eléctrica más barata y de la mejor manera, debes considerar las características de la propia compañía de la luz así como las características del inmueble que estás contratando.