Actualizado el miércoles, 27 abril, 2022
Las cocinas de este tipo no son las preferidas, pero si aplicas los siguientes consejos para aprovechar el espacio en cocinas estrechas que te damos a continuación, podrás crear un espacio no sólo práctico, sino también de diseño. ¡Apunta!
Saca partido al potencial y versatilidad de los muebles
Esta es la piedra angular para aprovechar el espacio en cocinas estrechas. Cuando disponemos de un espacio alargado, lo mejor es apostar por muebles con poca profundidad para dejar más espacio en la zona de movimiento, y poner el foco en lo alto. Una forma muy efectiva de ganar espacio en cocinas estrechas y alargadas es sustituir los armarios altos, o algunos, por estanterías.
Los muebles de cocina cerrados pueden ayudarte a mantener el orden en esta zona del hogar si eliges el mecanismo de funcionamiento que mejor se adapta. Los sistemas de apretar son, quizás, los más minimalistas, pero hay otras muchas propuestas.
Una casa es muy amplia, en la cocina solo almacena lo justo para poder cocinar cómodamente.
La distribución es la clave
Para una cocina estrecha, la mejor distribución es la lineal, que permite optimizar al máximo el espacio distribuyendo los muebles que hayamos elegido en los laterales. Podemos contar con un fondo único o distribuido en dos frentes paralelos, aunque para eso necesitarás tener al menos 2,20 cm de ancho. Sea como sea la medida para poder movernos de manera precisa y cómoda por la cocina es de 70 centímetros.
La mejor manera de estilizar una cocina estrecha es apostando por la linealidad o, más bien, continuando con ella a través de los acabados de los muebles de la cocina. No tienen por qué ser estrictamente lineales y con aristas. Pueden tener bordes ligeramente redondeados para suavizar las formas y que la cocina tenga un diseño más moderno.
Aprovecha la altura del techo
Si tienes una cocina estrecha, pero con un techo bastante alto, puedes crear un comedor encima de la cocina al que se pueda acceder a través de unas cómodas escaleras para eventos especiales. Aunque también puedes hacer una despensa o pequeña buhardilla.
Una manera de sacar partido a los techos que no son tan altos es alargando los muebles de la cocina. Se trata de apostar por mobiliario alto y poco profundo. Estos muebles se encastran a la pared de manera que no tendrás problemas con que puedan caerse.
En la parte de arriba, almacena todo aquello que no sueles usar prácticamente nunca. Añade una coqueta mini-escalerita para los momentos en los que tengas que acceder a las partes altas.
Paredes acristaladas
Las paredes acristaladas son una forma perfecta de darle mayor sensación de amplitud e iluminación a tu cocina. Esto puede darse en salones y cocinas que están separadas por un tabique, pero son estancias contiguas, por poner un ejemplo. Los expertos en interiorismo te darán otras soluciones a tu medida si te decides por las paredes acristaladas que son, sin duda, una opción muy acertada para ganar luz y amplitud en cocinas estrechas.
¿Qué tal una barra para optimizar el espacio aún mejor?
Si no contamos con mucho espacio, que es lo habitual en cocinas estrechas y alargadas, colocar una barra puede ser una solución perfecta, que incluso nos ayude a proporcionar al ambiente mayor sensación de amplitud. La barra puede ser tan funcional como tú quieras: poder recogerse al igual que las banquetas, etc.
Apuesta por el blanco en tu cocina estrecha
El blanco es el color perfecto para cocinas estrechas y con poca luz. Tiene muchísimas ventajas, de hecho, hay muchas razones para apostar por el color blanco en la decoración. Es un color que no cansa y potencia mucho la luminosidad, especialmente si la conjugamos bien con la siguiente clave para ganar espacio en cocinas estrechas (o al menos que lo parezca).
¿Y la puerta? ¿Cuál va mejor en una cocina pequeña y alargada?
En este aspecto coincidimos todos los expertos en interiorismo: el tipo de puertas perfecto para las cocinas alargadas y estrechas son las puertas correderas que no requieren ángulo de apertura. Además, podemos lucirlas con cristales, totalmente blancas o de un color a juego con la pared… Incluso totalmente acristaladas.
¡Que no falte una buena iluminación!
La iluminación es clave en la decoración, más aún en cocinas pequeñas con poca luz. Aquí es donde el blanco cobra una gran importancia, de hecho, toma un papel absolutamente protagonista. Cualquier luz que sea proyectada sobre las superficies blancas va a ampliar la sensación de luminosidad en el espacio.
Si no tienes luz natural y tu cocina incluye un comedor, lo ideal es hacer una combinación de luces frías (para las zonas de trabajo) y cálidas (para las zonas de comida).
Por otra parte, si el salón y el comedor están tapiados, recuerda que, aunque no puedas tirar toda la pared para lograr un espacio más diáfano y ganar espacio en tu cocina, puedes introducir como recurso las paredes acristaladas o paneles de cristal.