“Nos encontramos en una finca cuya fachada acolchada, balaustradas, linternas y galerías salientes conserva los aires de residencia señorial con los que fue concebida. En el interior, la vivienda tiene esta misma atmósfera: techos altos, forjados abovedados, luminosos ventanales y elegantes acabados.

Para actualizar esta vivienda pero sin perder esta esencia tan característica, se ha potenciado la forma natural de los forjados, se han reordenado algunas estancias y se ha unificado toda la gama cromática y paleta de materiales. Con el diseño del nuevo mobiliario se han simplificado las formas y ordenado la escala de la vivienda, proporcionando un ambiente más cálido y acogedor para el día a día de la familia.

El leitmotiv de la reforma ha girado persistentemente en la busqueda de luz natural, incluso en aquellas estancias privadas de ella. La adaptación de espacios a las necesidades actuales, y el juego mediante paramentos de cristal y espejos, han conseguido llevar la claridad a lugares hasta ahora aislados de ella.

Se plantean tres muebles repartidos en puntos estratégicos, que esconden puertas de diferentes estancias, a la vez que aportan ritmo, carácter y orden al espacio. La gama cromática se unifica y se resaltan elementos de iluminación y calefacción; hacemos del problema una virtud y sacamos a relucir diamantes en bruto.

El corazón de la casa residirá en una play room, una habitación hasta ahora inexistente, que proporcionará un lugar de encuentro, juego e intimidad a los pequeños de la casa. Un espacio de recreo, lectura y descubrimiento.

Un clásico renovado, contemporaneizado y listo para acoger a las nuevas generaciones.”

Noro Estudio