A continuación, desde OAK, os mostramos la Reforma integral en la calle Gran de Gràcia de Barcelona, en el barrio del Eixample, bajo la dirección facultativa de la Interiorista Juliette Boulard, dónde se ha hecho especial hincapié en mantener los elementos de inmenso valor de la arquitectura modernista existente en el interior. Se han realizado por tanto trabajos de restauración muy técnicos para conservar los pavimentos originales de mosaico hidráulico, las carpinterías de madera y los techos con molduras.
Un mosaico hidráulico es una baldosa decorativa de cemento pigmentado, de uso interior y exterior. Con el paso del tiempo sufre un desgaste y su cara vista pierde brillo, color y tacto, incluso se pueden encontrar piezas rotas y descantilladas. En este caso la base del forjado se encontraba nivelada y en buen estado, así que los trabajos de recuperación se pudieron hacer in situ sin desmontar el suelo pieza a pieza. La clienta valoraba especialmente el concepto de la imperfección en este tipo de elementos, el poder apreciar el paso del tiempo y que por ejemplo, las piezas o las juntas no fueran absolutamente idénticas.
Los techos se sanean conservando las cornisas originales como elementos singulares. Las carpinterías de madera se restauran con un proceso de imprimación, lijado y esmaltándolas de color blanco.
Para el mobiliario de cocina se escoge el modelo Milano 45 de la casa Dica, con tiradores integrados que generan líneas puras y crean sensación de orden. El sobre de trabajo es un alistonado de madera de roble natural que le da un toque de calidez y a su vez sigue con el concepto de dejar entrever el paso del tiempo en este tipo de materiales nobles, potenciando la belleza de la imperfección y la naturalidad.
Los baños siguen con el mismo concepto de rusticidad contrapuesta a la modernidad, manteniendo las mismas líneas de materiales y tonalidades. La mampara compuesta por un cristal fijo es de la casa Lasser i el lavabo de porcelana de la casa Duravit.