El proyecto para Arko transforma un local en la céntrica calle Enric Granados en un restaurante de fusión japonesa con una atmósfera única. El diseño interior se construye a partir de formas orgánicas, texturas naturales y una paleta de materiales cálidos, generando un ambiente sofisticado pero acogedor.

Uno de los elementos más emblemáticos es la gran pecera de acceso, que anticipa la experiencia marina y sensorial que ofrece el restaurante. En su interior, los árboles de sakura y las líneas fluidas del mobiliario crean una escenografía envolvente que acompaña a una propuesta culinaria de autor. Un espacio pensado para dialogar con la gastronomía y elevarla a través del diseño.