Actualizado el jueves, 23 diciembre, 2021
Para muchos es el sueño de su vida: tener una casa con parquet. Si has decidido que este año vas a hacerlo realidad, nosotros estaremos encantados de formar parte de este viaje y hacernos cargo de la reforma. Pero antes, vamos a explicarte algunas características para que entiendas todas las características del parquet.
Todo lo que tienes que saber del parquet
Parquet Natural
Sin duda, no hay nada comparable al parquet natural en cuanto a calidez y nobleza. Hoy te vamos a dar las pautas a seguir a la hora de escoger el parquet para tu vivienda. Antes de nada tenemos que aclarar que la mayoría de parquets que se instalan hoy en día son multicapas.
Por un lado, tenemos la capa superior, conocida como capa noble o de uso, que puede tener diferentes grosores. A más grosor, más veces lo podremos pulir y más alto será el precio. Lo habitual en el mercado es encontrar grosores de capa noble entre los 2,5 y los 6 mm.
El resto del tablero puede estar compuesto de diferentes materiales, desde el más económico, el HDF (tablero de virutas de alta densidad), tableros de maderas coníferas, y tablero contrachapado, formado por finas chapas de maderas coníferas, encoladas entre sí en diferente dirección, siendo esta opción la más estable y de precio más elevado (f1).
Por encima de las opciones ya nombradas estaría la tarima maciza de madera noble. Esta es la opción de cotización más alta y necesita de una instalación encolada o clavada.
Especie de Madera
La más común es el roble, ya que es la que, dado que es la que tiene una mayor densidad y estabilidad. También podemos encontrar maderas tropicales como la Jatoba o el Merbou, pero son más inestables. También se puede optar por las maderas coníferas como la del abeto, pero tenemos que tener en cuenta que son más blandas.
Formato
En los últimos años la tendencia ha ido hacia formatos cada vez más grandes pero las cosas están cambiando. Ahora, cada vez se apuesta más por las lamas muy estrechas y largas.
No obstante, los formatos clásicos también están a la orden del día. Tanto el formato Punta de Hungría en multitud de tamaños, como las espigas o casetones siguen siendo de los favoritos. Tenemos que tener en cuenta que estas geometrías tendrán que ir siempre encoladas al soporte.
Selección de nudo
Como sabes, los árboles tienen nudos y el hecho de querer un parquet sin nudos, significa que hay que descartar mucha madera para poder quedarnos con una partida limpia y despejada. ¿La consecuencia? El precio subirá.
Lo cierto es que a menudo creemos que un parquet con nudos nos va a dar una estética rústica, pero para nada tiene que ser así. Si lo combinas con un diseño contemporáneo y una buena iluminación, puedes escoger sin miedo un parquet rústico para un piso en la ciudad.
Tonalidad
Si hablamos del roble, su tono natural recuerda al color del trigo. Si queremos tonalidades más claras, podemos optar por un roble blanqueado y si lo que estamos buscando es un tono más oscuro, encontramos el roble tintado o termotratado.
Pero recuerda: los tonos claros tienden a oscurecer con el paso del tiempo mientras que los oscuros se vuelven más claros.
Los tonos blanqueados nos darán un look más nórdico, los medios son más cálidos y los oscuros más masculinos.
Acabado
Tenemos que escoger el acabado que más se adapte a nuestro perfil. Aunque nos guste seguir las tendencias, es importante que encuentres el parquet que va contigo y tu estilo de vida.
Si quieres un parquet de fácil mantenimiento y libre de manchas, el mejor acabado es el barniz. La buena noticia es que cada vez hay barnices de mejor calidad en el mercado.
También podemos encontrar productos con un acabado barniz efecto aceite que tenga un tacto muy parecido al aceite y que sea totalmente mate.
Pero así como te hablamos de las ventajas, también nos gusta ser honestos con los inconvenientes. En este caso, para la restauración del barniz es imprescindible el pulido de toda la estancia o incluso de toda la vivienda. Así que conviene pensarlo dos veces.
Si buscas un acabado más natural, puedes optar por un aceite o la combinación de aceite y cera. Así tendrás un contacto directo con la madera y lo mejor es que para su restauración no es necesario el pulido, lo que nos permite hacer restauraciones puntuales. Eso sí, requiere de más mimos y mantenerlo hidratado es fundamental.
Si te preguntas cómo es el proceso de hidratación, quédate tranquilo porque es realmente fácil. Solo tienes que fregarlo con un poco de agua y un jabón de ph neutro una vez por semana o cada quince días.
Sí, el agua en el parquet está permitida. ¿El motivo? El parquet es un material hidroscopio que absorbe y extrae humedad al ambiente y es importante que no se nos reseque.
Tacto
En este caso, puedes escoger entre un acabado más sedoso, lijado o cepillado, dándole más relieve a la veta. También encontrarás acabados envejecidos y golpeados, que le dan un aspecto más vivido. Déjate llevar por tus gustos.
Bisel
Por último, no podemos olvidarnos de este factor que, aunque no es muy decisivo, marca tu gusto y estilo. Recordamos que una tarima biselada es la que tiene una hendidura o bisel a lo largo y/o ancho de toda la lama. Visualmente, se forman un ligero desnivel que refleja la separación entre unas y otras. Así que, la pregunta que deberías hacerte es: ¿Quiero que las lamas de mi parquet estén biseladas o mejor que no? Lo más habitual son las microbiseladas, un término medio entre ambas opciones.
Actualmente, los fabricantes están reduciendo cada vez más la hendidura del bisel por dos motivos:
- Para conseguir una mayor sensación de unidad.
- Para evitar la suciedad entre lamas.
¿Qué te han parecido nuestros consejos para escoger el parquet?
Calidez, aislamiento y estilo. El parquet se convertirá en el gran protagonista de tu casa pero es una reforma importante así que conviene dominar todas las claves.
Si te han quedado más dudas, puedes contactar con nosotros pero si ya lo tienes claro, no esperes más tiempo y pide presupuesto ahora. Ya sabes que no hay compromiso y podría ser el primer paso hacia tu casa con parquet.
